El confinamiento y la declaración del estado de alarma han tenido un impacto sin precedentes en la actividad económica y en el funcionamiento de la mayoría de las empresas, que han tenido que tomar medidas para hacer frente a este nuevo escenario, modificando en muchos casos las condiciones de trabajo de sus plantillas. Apostar por el teletrabajo o aplicar ERTEs son algunas de las decisiones que han adoptado las empresas, que ahora deben afrontar la vuelta a una normalidad que ya no es la que era.
En este contexto, la Comisión de Talento y Desarrollo Organizacional de OnTech Innovation ha celebrado hoy un nuevo encuentro de trabajo en el que ha analizado el escenario jurídico-laboral tras el estado de alarma, exponiendo las cuestiones que tienen que abordar las empresas, tanto de forma inmediata como a largo plazo.
El presidente de la Comisión, Isidro Ramírez, ha explicado que las empresas tienen por delante grandes retos en todo aquello relacionado con los recursos humanos, capacidades digitales, sistemas de comunicación, condiciones de trabajo, etc. A corto plazo, las empresas van a tener que afrontar tres aspectos básicos: la protección de las personas, que está por encima de todo; la conciliación; y una nueva regulación laboral. “Vamos a tener que trabajar en entornos de alta incertidumbre y tendremos que adaptar todas nuestras políticas”, ha asegurado Ramírez.
Para analizar el escenario laboral tras el estado de alarma, la Comisión de Talento y Desarrollo Organizacional de OnTech Innovation ha contado con Francisco José García Molina, consejero del área laboral de Cuatrecasas.
En su ponencia, García Molina ha analizado en primer lugar las cuestiones inmediatas que deben afrontar las empresas desde el punto de vista laboral: gestión de los ERTEs por fuerza mayor o casusas objetivas, ajuste de las condiciones de trabajo (conciliación, modificación de condiciones para evitar aglomeraciones, vacaciones, permiso retribuido recuperable); y prevención de riesgos laborales.
Además, el experto ha detallado las medidas de flexibilidad laboral que pueden adoptar las empresas en esta nueva realidad económica, y que pueden responder a situaciones coyunturales (ERTEs, modificación de las políticas retributivas, de las jornadas, horarios o funciones) o a situaciones estructurales (extinciones de contratos, despidos o prejubilaciones).
Por último, el ponente ha analizado las reformas normativas que están por llegar, como la nueva regulación de trabajadores autónomos, de la Inspección de Trabajo o los cambios en la negociación colectiva.